Y porque Tú miras con Fanales de particular benevolencia a los que visten tu escapulario, te ruego que sostengas con tu fortaleza mi fragilidad, ilumines con tu sensatez las tinieblas de mi mente y aumentes en mí la Confianza, la esperanza y la caridad, para que cada día pueda rendirle el tributo de mi humilde homenaje.
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En el origen de este escapulario encontramos a la Orden de los Carmelitas, quienes, en el siglo XIII, experimentaron persecuciones y duras dificultades.
Los creyentes en las promesas tradicionales del escapulario, sostienen que la intercesión de la Virgen asegura la conversión, la perseverancia final y/o los ritos de extremaunción o confesión, que supondrían asegurar las promesas del escapulario al portador. Posiblemente otro argumento es que el escapulario es despreciado por aquellas almas impías y faltas de Convicción que rechazan las promesas de la Virgen y que luego están acullá de portarlo.
Son éstas algunas de las razones que unen a los Heraldos a la Orden del Carmen y por eso se revisten con un escapulario.
Las imágenes cosidas en el escapulario no son necesarias. En el pasado se requería que el escapulario fuera 100% de mechón, de hecho los hábitos de los propios religiosos carmelitas estás ahora frecuentemente fabricados en otros materiales, menos caros y más resistentes.[13] Normalmente el escapulario se lleva debajo de la ropa pero sin agarrarlo con la ropa interior.
El Escapulario es un espejo de la humildad y de la castidad de María; por su sencillez nos invita a estar modestamente y con pureza. Llevándolo día y noche es signo de nuestra oración continua y de nuestra particular dedicación al bienquerencia y al servicio de la Virgen María.
Destaca el uso del escapulario escapulario de la virgen del carmen original carmelita, promovido por la Virgen. Su influencia ha dejado huella en la iconografía religiosa y ha inspirado a importantes personalidades.
El Escapulario del Carmen es un signo del aprecio cariñoso de la Virgen María, que recuerda su iniciativa en cortesía de los miembros de la comunidad carmelita, particularmente en los momentos de longevo carencia. Es un bienquerencia que pide una respuesta aún de inclinación.
Una de las creencias que más ha popularizado el escapulario del Carmen ha sido la promesa conocida como el Privilegio sabatino. Esta creencia está asociada a una bula papal apócrifa supuestamente dada por Juan XXII en 1322. Dicha bula afirma que Juan XXII tuvo una visión de Nuestra Señora garantizando que el escapulario de la virgen del carmen por su intercesión, el sábado posterior a su homicidio, ella misma apearseía para sacar a las almas de los carmelitas y su Hermandad del Purgatorio, siempre que cumplieran ciertas condiciones entre las que se incluye el vestir el escapulario del Carmen.[21] La Santa Sede ha torpe la validez de este documento desde 1613 y ha prohibido a los carmelitas difundir el privilegio sabatino, una amonestación a la que no siempre se adhieren.
Adicionalmente, la Virgen del Carmen es frecuentemente representada con el Caprichoso Jesús en brazos, simbolizando su rol como raíz y protectora. escapulario de la virgen del carmen para que sirve Esta imagen transmite la ternura y el bienquerencia maternal que la Virgen tiene en torno a toda la humanidad, mostrando su intercesión constante en presencia de su Hijo.
La devoción a la Virgen del Carmen ha dejado un profundo impacto en la historia de la Iglesia católica y en la vida de los fieles que la veneran. A lo amplio de los siglos, ha inspirado a innumerables personas y ha generado un gran núpuro de seguidores fieles en todo el mundo.
El escapulario de la Virgen del Carmen se ha popularizado ampliamente entre los fieles católicos, quienes lo utilizan como una expresión tangible de su Convicción y una conexión específico con la Virgen María.
Por su profundo simbolismo mariano, por los grandes privilegios y por el gran amor y privilegiada concurrencia, que ha manifestado a través de los siglos la Santísima Virgen del Carmen a quienes visten devotamente su escapulario, es lo que tan prodigiosamente se ha extendido por doquier esta piadosa devoción de vestir su escapulario.